Colillas
Guerra a las colillas en las playas: una sola puede contaminar 500 litros de agua
Las colillas son el principal contaminante de los océanos debido a sus microplásticos y sustancias químicas. Varias entidades denuncian que no somos conscientes del daño que produce algo tan "pequeño".
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Es un residuo diminuto, pero su nivel de contaminación no guarda relación con su tamaño. A las colillas se las conoce como “el tóxico silencioso”: una sola puede contaminar hasta 500 litros de agua. Para Surfrider Foundation Europe, organización que lleva años protegiendo las aguas del planeta, “las colillas son las grandes olvidadas a la hora de concienciar”. Así lo explica Berta Felipe: “Con otros residuos se ha hecho mucho trabajo. A casi nadie se le ocurre tirar una bolsa de patatas fritas al suelo, pero el cigarro todo el mundo lo tira”.
El tóxico silencioso
Cada año se vierten 4.500 millones de colillas en todo el mundo, de las cuales el 40 % acaba en el mar, arrastradas por el viento, la lluvia o el alcantarillado. Las colillas tienen un filtro que contiene un tipo de plástico que puede tardar más de una década en degradarse. Además, liberan sustancias tóxicas como plomo, arsénico o amoníaco, que envenenan los ecosistemas marinos. Para Cinta Baviera, responsable de Surfrider, “queda mucho trabajo por hacer porque sigue habiendo muchos residuos en los arenales”.
De hecho, esta entidad organiza durante el mes de junio recogidas masivas de colillas en 21 ciudades españolas. La iniciativa se ha bautizado como el “Colillatón”, una maratón de recogida de colillas. En la jornada de Barcelona se recogieron más de 2.000 colillas, y eso que se llevó a cabo en una playa donde está prohibido fumar, es decir, una playa sin humo.
Cada vez más playas sin humo en el litoral
La lucha contra el humo gana terreno en las playas del litoral. En Barcelona, ya está prohibido fumar frente al mar, y actualmente hay 60 kilómetros libres de humo. En total, 15 de los 25 municipios del litoral de la provincia catalana tienen algún tipo de regulación contra el tabaco. Según la Diputación de Barcelona, este verano ya serán 106 las playas sin humo. El objetivo es claro: “que no fumar sea lo normal”.
Las colillas son el principal contaminante de nuestros océanos. Con estas prohibiciones, no solo se busca que el humo desaparezca, sino que los residuos también se esfumen.
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