Felipe y Letizia, 21 años de matrimonio: así ha evolucionado su complicidad ante las cámaras

El 22 de mayo de 2004, miles de ojos estaban puestos en Madrid. Aquel día, el entonces príncipe Felipe y la periodista Letizia Ortiz se daban el "sí, quiero" en la catedral de la Almudena. Era la primera vez que un heredero al trono español se casaba con una mujer plebeya, divorciada y con una exitosa carrera como presentadora de televisión.

Una unión que rompía moldes en la Casa Real y que generó muchos titulares. Hoy, 21 años después, celebramos su aniversario de casados repasando la evolución de sus muestras de afecto ante las cámaras.

Del "déjame terminar" a las miradas cómplices

Cuando anunciaron su compromiso, allá por noviembre de 2003, Letizia apareció visiblemente nerviosa. De hecho, su "déjame terminar" interrumpiendo a Felipe durante la rueda de prensa aún sigue en la memoria colectiva. Aquel momento dio pie a todo tipo de especulaciones sobre su carácter y la dinámica de pareja.

Pero el tiempo ha ido contando otra historia. Su lenguaje corporal ha cambiado, y también la percepción pública. Hoy, sus miradas y pequeños gestos —como sonrisas cómplices, manos que se rozan o carcajadas espontáneas— hablan de una pareja que ha ganado soltura, confianza y conexión ante sus súbditos.

Han formado un gran equipo

Con la llegada de Leonor en 2005 y de Sofía en 2007, los Reyes formaron un núcleo familiar discreto y blindado frente al ruido mediático. Apenas hay imágenes de los cuatro fuera de los actos oficiales, pero cuando se muestran, lo hacen como una familia moderna, cercana, aunque plenamente consciente del papel institucional que representan.

Felipe y Letizia se reparten los actos con precisión. A veces juntos, a veces por separado, pero siempre alineados. Y en momentos delicados —como la polémica escena en la misa de Palma de 2018 o durante los momentos más tensos de la salida de Juan Carlos I— han sabido actuar como un frente unido.

Recientemente, por ejemplo, han despejado todo tipo de dudas de su relación con doña Sofía, mostrándose de lo más atentos con ella cuando asistieron en la Nunciatura Apostólica para firmar el libro de condolencias por el fallecimiento del Papa.

21 años después, más naturales

Mucho ha llovido desde aquel beso tímido en la Almudena. Hoy, sus apariciones públicas los muestran más relajados, más espontáneos. Se permiten bromear entre ellos, intercambiar comentarios al oído o corregirse cuando no están actuando correctamente ante las cámaras. El año pasado, en la inauguración de una exposición dedicada al rey Felipe VI, fueron retratados en un momento en el que compartieron confidencias y no pudieron evitar soltar una carcajada en público.

Han resistido rumores de crisis, polémicas familiares y momentos de mucha tensión como la visita a los pueblos de Valencia afectados por la DANA. Y lo han hecho mostrando a las cámaras una complicidad y una naturalidad que nos demuestra que juntos forman el mejor equipo.

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